martes, 17 de agosto de 2010

Vuelta al cole!!

Ya se están acabando las vacaciones y la vuelta al cole está muy cerquita.

Para muchas mamás será la primera vez que llevan a sus hijos y esto es una experiencia muy fuerte que marca para toda la vida al niño y a los padres.

Cuando llevé a Federica por primera vez a la guardería me sentí como si me estuviesen quitado el suelo, estaba perdida sin mi bebé. Llegué a la puerta de la guarde y me la quitaron de los brazos entre lloros y lágrimas, no sólo de la niña debo admitir. Llegué al despacho completamente desolada. No rendí nada ese día, sólo la echaba de menos y sabía que estaría llorando toda la mañana.

Esta escena típica de una película como "La elección de Sofia" se repitió durante una semana. Pero poco a poco, las dos, mamá y bebé, fuimos superándolo hasta llegar a ir a la guarde la mar de contentas. Quiero decir que se sufre, y mucho, pero con atención y paciencia esto también se supera y la vida continúa.

Hoy Federica va al colegio y su hermano Giacomo le acompaña todos los días a la ida y a la vuelta, le llevo en mi porta bebés, la bandolera o en el pouch. Según la ropa que lleve puesta ese día voy combinándolo con todos los que tengo. Acompañarla todos los días y que su hermano esté presente en estos momentos me ayuda a un sinfín de niveles en mi rutina diaria.

Me gusta ver como entra en el colegio: salimos del coche, pongo el bebé en el porta bebés que ya llevo encima y la cojo de la manita, la llevo hasta la puerta y tanto yo como Giacomo le saludamos con un cariñoso "Ciao, luego venimos a por tí" y besos a mí y a su tete. Gracias al porta bebés no tengo que sacar la dichosa sillita del maletero, plegarla y desplegarla. Además puedo ayudar a mi niña con su mochila y darle la mano, siempre con el pequeño pegado a mí en todos los momentos. Lo mismo pasa a la vuelta, entro en el patio con Giacomo pegado a mí y así, él ya conoce este entorno, conoce los compañeros y a muchas de las maestras del colegio. A mi hija puedo dedicarle especial atención pues el bebé está controlado, juego con ella y le ayudo a recoger sus cositas para volver a casa.

Al bebé le expongo al entorno de un colegio, a otros niños y otros bebés, lo que le ayuda a que su entrada en el colegio, no sea tan traumática como fué la de Federica, y a ella le puedo ayudar sin tener que estar pendiente del carro. Todos los días veo como otras mamás, mientras el bebé llora en el carro, hacen juegos malabares para coger la mochila de la niña, su bolso y empujar el carro que luego tendrá que plegar y meter en el maletero para repertir el proceso en cuanto llegue a casa.
Mi porta bebés resulta beneficioso para mí (me canso menos, me preocupo menos y soy más rápida), para Federica (se siente acompañada, le puedo ayudar sin tener que dividir la atención entre ella y el bebé), para Giacomo (está con su madre y su hermana, nos acompaña, duerme y mama cuando le apetece, nunca se queda arrinconado, participa en todo lo que hacemos y se familiariza con el entorno escolar).

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